Una noche de invierno la niña se fue a la cama con frío y sueno, después de dar unas cuantas vueltas llamó a sus padres y les dijo “tengo miedo”. Los padres se sentaron a su lado en la cama y le dijeron “pequeña, te vamos a contar un cuento”. Y como no tenían ningún libro a mano se inventaron un cuento lleno de aventuras y situaciones subrealistas. Con personajes cotidianos y exóticos al mismo tiempo. Fue fantástico y poco a poco la niña no tuvo miedo y durmió tranquila. El problema vino el día en que tiempo después, otra noche de invierno la niña se fue con frío y sueño a la cama, no pudo dormir, llamó a sus padres y les pidió el mismo cuento lleno de aventuras y situaciones subrealistas y personajes cotidianos y exóticos… Y sus padres, demasiado ocupados en cosas del “mundo real” se habían olvidado del cuento. Desde aquel día decidimos escribir los cuentos y ahora optamos por compartirlos…. Esperamos que os gusten.